camisa blanca de mi esperanza

29 diciembre 2006

La última erección

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El cadalso aguarda inapelable los cuellos de Sadam Hussein, su hermanastro Barzan al Tikriti y el juez Awad a Bandar. Una noticia triste que enuncia un hecho bárbaro y que pone fin, paradójicamente, a una época que vio genocidios, masacres y despotismos de buen calibre.

La horca es el objeto infame que culmina una invasión injusta. Más muerte sobre la muerte. Una punzada sobre nuestra conciencia y deseos de felicidad.
Sadam es ya un cadáver. Detestamos su precipitado final quizá porque le creemos inocente y víctima de una invasión caprichosa orquestada en una cena familiar entre los bushes. Una promesa de hijo a padre como el que promete acabar de pintar una puerta.

La cuestión es que el dolor con el que la condena ha empapado nuestra conciencia no lo hemos sentido por los 25.000 civiles que han muerto en Irak desde el comienzo de la invasión en 2003. Ni por los 2.982 soldados que no volverán a ver a sus familias. Otras cifras no son tan usureras y hablan de 655.000 víctimas.
La guerra es la suprema animalización del hombre, el ser más distante de su naturaleza.

28 diciembre 2006

Ni el Vaticano ni Washington, Cuba

No sabemos si se debe a su amistad con el comandante Fidel o como colofón a su trayectoria hacia la democracia, pero la decisión de Fraga de viajar a Cuba para declararse partidario del socialismo es todo un acto de insigne política.

Sindicarse al materialismo a las puertas de la muerte es temerario pero a Fraga lo que nunca le faltaron fueron cojones. Cuba, mientras, estudia concederle un cargo vitalicio el Partido y ya ha fijado fecha para recibir a su nuevo compañero.

El gobierno chino ha emitido un comunicado informando de la satisfacción que le ha producido la conversión del viejo político y el deseo de que acuda a su país en breve. Por su parte, el presidente de Corea del Norte, Kim Jong-il, ha prometido visitar en viaje oficial a la aldea que vio nacer al nuevo comandante gallego.
A mí me da que a Fraga se le ha ido ese pedazo de cabeza de extraterrestre que tiene definitivamente.


Salam aleikum

21 diciembre 2006

Lo que con violencia se consigue sólo con violencia se mantiene

El país del del tambor usa los tanques en su tierra con soltura. Creative Commons
La negociación con ETA ha empezado. Un diálogo de besugos que probablemente sólo sirva para aplazar la puta violencia, lo cual, ya es algo. ETA quiere lo que el Estado no puede darle, la independencia.

Sospecho que el radicalismo vasco, que siempre exigió esto sin tener en cuenta que para llegar a ello era necesario pasar por otros estadios, está sufriendo un proceso vírico catalánico, o superespañolico como en este espacio denominamos.

Si ETA se sienta a dialogar sabe de antemano que la independencia no se va a conseguir por ello. Ha visto, no obstante, no sé si tras la cortina de un caserío vasco-francés, desde un zulo o desde una oficina en Bilbao, que a la manera catalana algo se consigue. Piedrecita a piedrecita y, sobre todo, sin bombas.

El único problema es que lo que SuperEspaña ha conseguido con el estatut lo disfruta ya Euskadi hace tiempo. Desconozco entonces qué diablos pedirán los etarras, y lo que es peor, qué está dispuesto a ofrecer el gobierno

No lo sabemos porque no se ha dicho.

Mientras, disfrutemos de la paz e imaginémos a los interlocutores del diálogo. Yo no sé lo buen oradores que serán los pistoleros —¿Habrán acudido ellos a la mesa o más bien un político de facto?—. Pero si sé como son los del otro bando, y negociar con un profesional de la negociación es de por sí mal negocio. Cabe esperar entonces que la balanza se incline del lado sur de la península. O cabe esperar también que la capacidad de negociación-acuerdo de los terroristas brille por su ausencia y todo vuelva a su fétido cauce.

19 diciembre 2006

La Yihad de Palestina

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Quería decir algo gracioso pero en Palestina están al borde de la guerra civil y no me apetece. El asunto no es fútil pues nos encontramos ante una nueva, y quizá última etapa, en un conflicto con 60 años de vida.

Los sillones judíos deben estar regocijándose de gusto al ver como sus adversarios se enfrentan entre si. Una imagen similar a la que se hubiera dado en España con la invasión de Napoleón si los españoles hubiéramos guerreado entre nosotros.

Todos sabemos el precio de una guerra civil. En España no nos hemos curado después de 70 años. No hay manera más barata para destruir un pueblo que hacer que se destruya así mismo.


El conflicto se encendió hace una semana cuando el primer ministro israelí fue retenido en la frontera con Egipto a su regreso de países vecinos para recaudar fondos –traía 35 millones de dólares-.

La orden de su retención emerge de Israel alegando que esos fondos iban a ser empleados para subvencionar terrorismo. Hamas se levanta en armas al ver a su líder y primer ministro preso en una frontera por la guardia palestina, que no israelí, dando lugar a los primeros enfrentamientos.

El cruce de balas entre dos facciones palestinas induce a pensar que el presidente palestino, que no primer ministro, Abu Mazen, también llamado Mahmud Abbas, había pactado con el gobierno judío la retención del otro.


Sabemos que las banderas verdes de Hamas son peligrosas pero son banderas elegidas democráticamente. En esas, Abu Mazen, de quien hemos dicho ha pactado con Israel, anuncia la necesidad de convocar elecciones. Es probable que su decisión esté motivada por un sondeo que indicaba que el 61% de los palestinos estarían a favor de éstas. El mismo sondeo que quizá le dio pié a trabajar con Israel para echar a Hamas del gobierno.

Abu Mazen es ante todo un felón como la copa de un pino, pero es también un tipo moderado que cree que la solución al problema de oriente próximo pasa por una política de acuerdos entre los dos bandos. Hamas, bandera verde del extremismo, se niega en rotundo a ceder un ápice –a la manera de los radicales vascos- en su postura, creando así una fractura entre los palestinos que de seguir así acabará en guerra civil.

Israel, entretanto, aguarda en regocijo los cruciales hechos que se avecinan. Para mal, tendrá que volver a su vil política genocida. Para bien, apoyará al bando palestino que más le favorezca.

Nada le vendría mejor que una proclamada mutua Yihad entre palestinos.

05 diciembre 2006

El amargo sabor de la democracia

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Hugo Chávez ha ganado las elecciones. Según Telemadrid a costa de secuestros, sobornos, intimidaciones y extorsiones. Según los periódicos gracias a una política social que le ha llevado a obtener un 62% de los votos.
El electo llegó al poder no por méritos propios, sino por una derecha corrupta y derrochadora durante décadas, cuya política había abierto una profunda brecha social en un país con un buen puñado de petrodólares.
Todos contra el militar Chávez. Así lo quiere George Bush en una muestra más de su vilipendio a toda decisión democrática que no se adecúe a su ideología.
Lo que grita el presidente de EEUU lo retoma nuestra derecha y sus pupilos mediáticos en un eco sumiso y súbdito. Y nos brindan entonces la escena trágica habitual de su urticaritis profundis corbatis, síntoma inequívoco de que no están en el poder. Porque la derecha cree incomprensible, y por ende, antinatural, el no estar gobernando. Es un ejemplo de su falta de aceptación del juego democrático.
Tenemos Chávez para seis años más –les aseguro un buen elenco de "chavezadas"- , por lo que tendremos que aguantar los insultos, injurias y demás baldones del fascismo revisado hacia un cargo lícito democráticamente. Sólo me queda una cosa por decir: ¡Os jodéis!