camisa blanca de mi esperanza

29 diciembre 2006

La última erección

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El cadalso aguarda inapelable los cuellos de Sadam Hussein, su hermanastro Barzan al Tikriti y el juez Awad a Bandar. Una noticia triste que enuncia un hecho bárbaro y que pone fin, paradójicamente, a una época que vio genocidios, masacres y despotismos de buen calibre.

La horca es el objeto infame que culmina una invasión injusta. Más muerte sobre la muerte. Una punzada sobre nuestra conciencia y deseos de felicidad.
Sadam es ya un cadáver. Detestamos su precipitado final quizá porque le creemos inocente y víctima de una invasión caprichosa orquestada en una cena familiar entre los bushes. Una promesa de hijo a padre como el que promete acabar de pintar una puerta.

La cuestión es que el dolor con el que la condena ha empapado nuestra conciencia no lo hemos sentido por los 25.000 civiles que han muerto en Irak desde el comienzo de la invasión en 2003. Ni por los 2.982 soldados que no volverán a ver a sus familias. Otras cifras no son tan usureras y hablan de 655.000 víctimas.
La guerra es la suprema animalización del hombre, el ser más distante de su naturaleza.

5 Comments:

Anonymous Anónimo dijo...

Es increíble que hayan muerto más soldados en Irak en lo que llevamos de conflicto que víctimas del 11-S... da mucho que pensar, y da pena y escalofríos. Y no me preocupan sólo los muertos, sino los soldados vivos que continuan allí y siguen llegando, el estado mental en el que estarán... no me lo puedo ni imaginar... y los que sobrevivan tendrán que volver... y ya me dirás si es posible volver a sentir algo bueno o sonreir tras haber vivido una guerra... todo esto suena demasiado a Vietnam, no?... ya se prepara una película sobre el tema, y así no tenemos ni que reflexionar sobre el tema, sólo esperar a que se estrene aquí.

Me ha encantado lo de "la promesa de un hijo a su padre de pintar la puerta". Muy real, muy profunda.

Mal que nos pese la pintura para cubrir la puerta será roja, y la pondrá Sadam. A veces no hay otro final posible. Es como muchas películas que ganan relevancia sólo si tienen un dramático desenlace.

PD: Ciudadano, tengo que decir que el artículo de hoy le ha quedado impecable, sublime, en forma y contenido, en ritmo, la medida y contundencia exacta, y las palabras precisas en su propio estilo, muy ameno. Me quito el sombrero.

13:21  
Blogger Eduardo L.E dijo...

Muchas gracias qwerty, se nota que estás enamorada de mí ;)
Mañana te iré a buscar con emoción e impaciencia!!!!
Mucha suerte hoy en la TV!!!!

13:26  
Blogger Stupor Mundi dijo...

Muy buena reflexíón. No comparto tu dolor por la muerte de un ser repugnante como Sadam, que no es inocente de nada, salvo de lo que sirve de excusa para matarle. Tener armas de destrucción masiva. Hay que joderse con las Azores.
De cualquier forma, es un texto de lo más coherente y el mejor escrito que te he leído, y lo digo sin estar enamorado de tí, so colgado.
Feliz Año Nuevo, Edu, y no cambies mucho, te veo en el 2007...

16:34  
Blogger santamaria dijo...

Creo que la solución no es la horca, sino una vida entera de incomunicación en la sala mas putrefacta de las alcantarillas de un suburbio...y no hablo solo de Sadam,sino de Bush y muchos otros que se quieren subir al carro del trueque del oro negro con excusas belicistas.
Una vida entera de sufrimiento para todos ellos sin un solo medio delante.Indiferencia.

Saludos, muy buen blog!

16:31  
Anonymous Anónimo dijo...

Cuantos muertos está ocasionando la muerte de Sadam?. Dónde está Bin Laden?. Busquen en Hollywood...

13:22  

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