Las Revoluciones Científicas

Han explotado 500 kilos de amonal pero la tregua permanece. Esto sólo es comprensible para los que entienden la Teoría de la Relatividad y a Heidegger. Entre ellos se encuentra la cúpula de ETA que es quien ha lanzado el paradigma.

En la línea de esta nueva y enrevesada revolución científica se encuentra el ‘socialismo’ abertzale, también sólo cognoscible para los ya citados, y su mentor Arnaldo Otegui.

De éste y su entorno creíamos, antes del experimento que les validó la hipótesis en la T-4, que iba a formar parte de la ‘elite científica’ que trabaría contacto, directo o indirecto, con el gobierno. Ahora vemos que no. Que de genio, Otegui tiene poco, aunque sí sirve para difundir la teoría, que todo hay que decirlo.

Ahora Arnaldo esta frustrado porque se siente un pelagatos en un proceso de paz –perdido al 99%- que le podía haber encumbrado en los laureles de su patria. Es decir, que la materia gris del independentismo vasco es la misma que hace reaccionar el nitrato amónico y el polvo de aluminio. Toda una extraña y sublime conjunción de razón y fanatismo. Pura ciencia de vanguardia.