Jeremy, Madaleine y Chad

Cuesta creer como es posible secuestrar a 150 niños a la vez. A Madaleine se la llevaron y las repercusiones fueron considerables. Ni una nanonésima parte que las de Jeremy. Los dos de la misma edad, seguro que los dos queridos por igual.

Las fotos y vídeos de uno se cruzan ante los ojos de millones de personas a diario. Y la foto del otro llega poco más allá de la frontera. Aquí no hemos olvidado la imagen de Jeremy. Delgado, de piel morena y pelo castaño, revuelto. Un cuatroojos listo como los gatos. En la edad de los descubrimientos y de la risa, de la inociencia y de la felicidad. Ahora será más mayor y estará más alto. Porque es posible que esté vivo.

Y Madaleine, igual. También estará más alta, pero mantendrá la franja oscura lateral en su iris derecho.

El dinero no es la única razón de que haya más imágenes de la niña que del niño. La televisión y los medios se han inclinado vergonzosamente hacia ella. ¿Porque los padres son médicos?¿Porque son ingleses?¿Porque el niño era canario?¿Por qué? ¿Por qué hijos de puta?.

Pues imaginad 150 niños. ¿Cómo se puede secuestrar a 150 niños? La radio decía el otro día que cuando un niño queda huérfano en Chad siempre es acogido por un familiar, por muy remoto que sea.

¿Entonces, por qué se separaron de sus hijos? Al principio, cuando me enteré de que muchos de los niños tenían padres, pensé que los habían vendido. Estaba convencido. No era posible que hubiesen secuestrado a 150 niños, que los metiesen en autobuses y los llevasen al avión rumbo Francia. No era posible.

No se trata de una ONG que roba niños. Se trata de una ONG que estafa niños. Por el engaño, la persuasión, el ambaucamiento, la alucinación.

Afortunadamente todos han vuelto a sus casas. Los 150 diablillos negros han regresado con sus padres, o lo harán pronto. Pese a que nos haya hecho mucho más felices que volviese la tripulación del avión. Aquellos son, sin embargo, infinitamente más inocentes. Y estarán más altos en pocos meses.