El día del conocimiento

El Día del Conocimiento es el primer día de clase en los colegios rusos. Fue el día elegido por los terroristas para tomar la Escuela Número 1 de Beslan.

El documental que Cuatro emitió ayer sobre aquella tragedia fue tristemente espeluznante. Mostraba bien, aun sin quererlo, como aquel caos, vilmente iniciado por los terroristas, se nutrió de una organización nefasta por parte de las fuerzas de seguridad.

Los civiles del pueblo corrían de un lado para otro con su ak-47 en la mano en sandalias y camisa. Las familiares se agolpaban a las puertas entre las fuerzas especiales.

A la hora de sacar a los heridos no había ambulancias suficientes ¡Después de tres días! Las que había tenían que sortear a la muchedumbre para recoger y sacar a los heridos.

No olvidaremos nunca las imágenes de los terroristas. Armados hasta los dientes, de barba frondosa y frialdad fanática. Malditos asesinos.

El final de aquellas espantosas 72 horas, en las que prohibieron beber agua a todos los rehenes a partir del primer día, recuerda tristemente al desenlace de todos los ataques terroristas. Cientos de cirios, flores y mensajes manuscritos dispuestos en un orden incomprensible y caótico a lo largo de un suelo corrupto de dolor e incomprensión. Rabia, y mucha, lo que más, tristeza.

En Beslan, en homenaje a los rehenes asesinados, hay cientos de botellas de agua abiertas entre los cirios, las estampas, los mensajes y las flores.

Podríamos hablar de muchas cosas. De la guerra de Chechenia, de la actuación del ejército ruso, de la ocultación y manipulación de información, del fanatismo, de los intereses internacionales en evitar una república islámica en Chechenia...

No queremos, queremos solidarizarnos con las víctimas y rechazar todo terrorismo.
Ser libres y felices, nunca os olvidaremos.