camisa blanca de mi esperanza

03 agosto 2006

La ciencia marca la historia


Van a descubrir malaria en la momia del Emperador Carlos V gracias al estudio de una de sus falanges.
La dolencia se sumará a la gota, también descubierta recientemente, de la que se cree murió el Emperador.
Si la ciencia reescribe la historia es porque para escribir ésta no sobra con una pila de papeles viejos, entre los que se encuentren tratados de paz que pusieron fin a las guerras que proclamaron los tratados de guerra. No basta con constituciones, censos, bulas, e índices de exportaciones e importaciones. La historia escrita sobre estos pilares inamovibles es la que cacareó la doctrina positivista, ahora ya parte de la historia.
La historia se escribe con estos documentos, pero también con suposiciones e intuiciones...con imaginación.
Imaginemos al Emperador en su despacho. Semitumbado y cabizbajo, profundamente dolorido. El valido aguarda la decisión del Habsburgo, pero éste se adormece aquejado de una fiebre alta producto de la malaria. La decisión ha de ser tomada y se toma. Sale el valido de la estancia proclamando de decisión del emperador de abdicar y ceder el poder a su hijo Felipe. Carlos duerme, capaz de tomar decisiones incluso dormido.